lunes, 10 de febrero de 2014

TEXTO 2. CHARLA & OFERTA

         Edwin Gardner en el texto “Architecture left to its own devices”  reflexiona sobre la evolución de la relación entre teoría y práctica en la arquitectura. Ese proceso en el que la práctica era transmitida de maestro a aprendiz, como si de un libro se tratase, donde en dicha enseñanza se albergaba la verdad. Más tarde eran los gremios quienes contenían esta verdad. Estos evolucionaron hasta los catálogos, la arquitectura empezaba a estar reglada y enumerada por escritos. Lo que llevó al manifiesto y a las ideologías, donde los -ísmos tomaron gran relevancia, y los gremios pasaron a ser ideas concentradas por ideologías. Todo ello fué evolucionando hasta nuestros días donde la teoría se imparte en las escuelas y la práctica se realiza en la calle.

         Considero que la posición de Gadner expresada en su texto refleja la incipiente preocupación, y contraste, entre personas de un mismo gremio, la arquitectura, y que a pesar de plantearse los mismo aspectos, sus ideas siguen teniendo caminos diferentes. La verdad universal no reside en nadie, ni siquiera en Alberti, a pesar de ser unos de los pioneros en intentar dar forma al arquitecto en su tratado, y aunque se pueda llegar a pensar que los -ismos ya no forman parte de nuestro presente, lo harán incluso de nuestro futuro.

         En cuanto a las estrategias y actitudes en la arquitectura frente a la relación teórica y práctica, frente al objeto y frente al diseño, mi actitud ha sido un poco como la de Gadner y es que en la práctica como alumna de arquitectura necesito tanto la teoría como la práctica para crear la “buena arquitectura”.  Y a pesar de que a lo largo de los años la forma de transmitir la enseñanza haya ido evolucionando, y con ello se haya cambiado el concepto del arquitecto, su función sigue siendo la “culpable” de lo que se produce al servicio del hombre. Tanto en el siglo XX como en el siglo XXI, llegamos a una esencia común y es que el arquitecto antes de ser definido como tal, mientras diseñaba, calculaba o proyectaba, su prioridad siempre tenía un objetivo común enfocado hacia la mejora del espacio.

         Como entorno profesional me interesa, mediante la arquitectura entendida desde la necesidad, llegar a mejorar la calidad de vida del individuo. Creo que la arquitectura siempre ha tenido como prioridad formar parte de las personas, y no quiero que se cambie esa premisa, ni creo en la arquitectura como algo secundario. Y partiendo de la base de que la arquitectura solo es posible que exista con la ejecución de un arquitecto, pues la formación teórica ayuda a crear una visión de ésta, que no es posible realizarla sin estos conocimientos previos, me apoyo en grandes como Le Corbusier o Louis Kahn quienes dejaron su huella,  lo que nos ha servido a los arquitectos de hoy como guión.

         Mi interés por la arquitectura, aunque todavía no está posicionado, aspira a mejorar la vida del individuo, las relaciones, no sólo mejorando la ciudad o la propia vivienda, los límites de la arquitectura ya no rehundan solamente en lo físico, quizá lo virtual es un soporte estructural de gran relevancia y el concepto de casa está en nuestra mente como dijo: J. Miguel Prada Poole. Mi función como futura arquitecta está enfocada a conocer la necesidad/problema y buscar la solución, y puede que para ello tengamos que presentar el problema antes de conocer la existencia de éste, como plantea Martí Guixé, aunque no quisiera dedicarme a trabajar sobre propósitos comerciales como él hace. Soy un poco más como Coderch y mi intención es reconocer el terreno para “plantar la casa”, lo existente habla mucho de lo que podemos hacer, y el contexto, no como Darwin postulaba lo es todo, pero si una parte muy importante. Quizá la idea de los transductores de Ingold sea lo que más se aproxima a mi idea de la arquitectura. Tengo claro que necesito saber mucho sobre María Langarita para a través del programa cubrir las necesidades de María, existentes o por conocer.



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